Puntualmente como todas las primaveras, la Glicina, Wistaria x formosa, está en plena floración. La Glicina es la típica enredadera de gran desarrollo que si preguntáis en un vivero si se puede cultivar en una maceta os dirán que no o que sólo durante pocos años mientras es pequeña, pues bien nada más lejos de la realidad. El ejemplar de la fotografía lleva 15 años en mi terraza, proviene de un esqueje y ha pasado por distintos recipientes hasta que hace unos cinco años la he plantado en el definitivo, un gran macetón de resina plástica de 60 cm de diámetro que comparte con algunas plantas anuales que voy poniendo cada temporada, Cada dos años es conveniente cambiar la capa superficial del sustrato. Por supuesto es obligado abonar, preferentemente con fertilizante orgánico para arbustos y trepadoras, una vez cada mes durante toda la temporada de desarrollo, yo uso uno a base de guano. Verdaderamente es una planta de mucho desarrollo, en la foto veis su parte central, pero tiene ramas laterales de muchos metros de largo que de hecho se extienden por todos los muros exteriores de la casa y que deben ser sujetados muy bien con ganchos y alambre ya que son bastante pesados. Los comparte por cierto con otro gigante, un rosal enredadera Alberic Barbier que también está a punto de florecer. A pesar de su fuerza la glicina no estropeará los muros ya que carece de zarcillos, ventosas o raíces aéreas que puedan penetrar entre las grietas de las paredes. Sólo hay que evitar que sus ramas lleguen hasta el tejado ya que sus ramas si pueden levantar las tejas.
La Glicina tiene fama de caprichosa y es verdad que puede tardar años en florecer cuando se planta de esqueje y es conveniente que se obtenga de un ejemplar que haya demostrado ser muy florífero. Este mismo consejo lo recomiendo para ejemplares comprados en vivero en una maceta, ahora es el momento de adquirirlos cuando están en flor y podemos ver que florecen bien. Hay además de W. x formosa, otras especies como la W. sinensis, W.floribunda, con racimos de flores más largos y variedades con flores blancas y con flores dobles violeta púrpura y la W. venusta que es la mejor variedad con flores blancas.
Como vemos las flores tienen la forma típica de las papilionáceas, violetas en el caso de la W.x formosa y muy perfumadas. Les encantan a la abejas. Durante el verano puede volver a tener una segunda floración menos abundante. Las hojas son alternas, paripinnadas con 9 a 13 hojitas ovado-lanceoladas, brotan en color cobre que luego se vuelve verde claro.
En cuanto al cultivo una vez arraigada no es muy exigente, ni siquiera consume mucha agua a pesar de su tamaño y se adapta a la mayoría de los suelos, incluso los duros y arcillosos.
Sólo debemos prestar atención a la poda, cuando el ejemplar es joven debemos ayudarle a formar una estructura de ramas, por ejemplo en forma de T, que en años posteriores se irán haciendo más gruesas y de las que partirán las ramitas floríferas. En verano crecerán ramas secundarias muy largas de un metro o más y que si no se controlan pueden enmarañar el arbusto, debemos cortarlas en verano, yo lo hago en agosto reduciéndolas hasta la primera hoja antes del enlace con el tallo principal. A finales del verano se habrá desarrollado un nuevo brote en la base de esa primera hoja y tendremos que repetir la operación podando a partir de la primera hoja en el nuevo tallo. Los racimos de flores se desarrollan en la base de los brotes del año anterior o a lo largo de las ramas que han conservado una posición horizontal.