Actualmente existen en el mercado varias especies e híbridos de esta planta rizomatosa cuyo lugar de origen es el África del Este. Yo cultivo la variedad más común y clásica, la Z. aethiopica, llamada comúnmente Cala, Calla y Lirio de agua. Esta especie se cultiva con frecuencia como planta de interior, en macetas de unos 15 cm de diámetro, pero también es muy frecuente formando grandes matas de unos 70 cm de altura en muchos jardines del norte de España, donde se ha adaptado tan bien al clima que a veces se ha asilvestrado y la podemos ver hasta en las cunetas de las carreteras. En realidad es una planta que podríamos considerar acuática, incluso se cultiva con sus rizomas sumergidos en estanques y lagos. Lo cierto es que si bien en su África natal los lugares encharcados son su medio natural, en Europa le va mejor si la colocamos en cualquier sustrato que mantenga la humedad sin necesidad de que sea al borde del agua, pero en las zonas más cálidas de nuestro país ( zona mediterránea e islas) si le irá bien su cultivo como planta acuática. En las demás zonas sólo podremos tenerla en agua mientras las temperaturas sean cálidas y debemos evitar dejarla en el estanque allí donde haya peligro de heladas. La Cala es semirústica, es decir que no es del todo resistente aunque parece que plantada en plena tierra puede llegar a soportar hasta menos 10 º C. pero cuando está en maceta no debemos correr ese riesgo y debemos ponerla al resguardo antes de que empiece a helar. La Cala blanca, florece a principios de primavera y hasta el verano, durante esta época debemos mantener el sustrato húmedo regando más cuando haga más calor.
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domingo, 12 de abril de 2009
La Cala, Zantedeschia aethiopica
Actualmente existen en el mercado varias especies e híbridos de esta planta rizomatosa cuyo lugar de origen es el África del Este. Yo cultivo la variedad más común y clásica, la Z. aethiopica, llamada comúnmente Cala, Calla y Lirio de agua. Esta especie se cultiva con frecuencia como planta de interior, en macetas de unos 15 cm de diámetro, pero también es muy frecuente formando grandes matas de unos 70 cm de altura en muchos jardines del norte de España, donde se ha adaptado tan bien al clima que a veces se ha asilvestrado y la podemos ver hasta en las cunetas de las carreteras. En realidad es una planta que podríamos considerar acuática, incluso se cultiva con sus rizomas sumergidos en estanques y lagos. Lo cierto es que si bien en su África natal los lugares encharcados son su medio natural, en Europa le va mejor si la colocamos en cualquier sustrato que mantenga la humedad sin necesidad de que sea al borde del agua, pero en las zonas más cálidas de nuestro país ( zona mediterránea e islas) si le irá bien su cultivo como planta acuática. En las demás zonas sólo podremos tenerla en agua mientras las temperaturas sean cálidas y debemos evitar dejarla en el estanque allí donde haya peligro de heladas. La Cala es semirústica, es decir que no es del todo resistente aunque parece que plantada en plena tierra puede llegar a soportar hasta menos 10 º C. pero cuando está en maceta no debemos correr ese riesgo y debemos ponerla al resguardo antes de que empiece a helar. La Cala blanca, florece a principios de primavera y hasta el verano, durante esta época debemos mantener el sustrato húmedo regando más cuando haga más calor.
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