Lythrum junceum, Salicaria menor, Vara florida española

Esta planta vivaz también es conocida por Lythrum flexuosum y es la hermana menor de la Salicaria mayor o Lythrum salicaria, que ya he tratado aquí en una entrada anterior y por supuesto pertenece a la misma familia, las Lythraceae, también es una planta autóctona de nuestro país y de la mayor parte de Europa. Probablemente es menos conocida que L. salicaria porque tiene un desarrollo rastreo y su tamaño varía entere los 20 y los 70 cm de alto aunque yo nunca la he visto más alta de 30 cm, sin embargo debería ser mejor conocida y más usada como planta de borde de estanque porque florece con profusión durante la primavera y el verano, además apenas tiene mantenimiento, la pones en una pequeña maceta con tierra ácida a ser posible y te olvidas, se desarrollará tapando el recipiente y extendiéndose por los bordes del estanque disimulando perfectamente su estructura artificial; de vez en cuando habrá que recortar sus tallos floridos secos para que siga floreciendo sin parar y una vez al año también se tendrán que recortar las raíces que habrán desbordado el recipiente y se habrán desarrollado bajo el agua con una mata de finas raíces, pero esto sólo en estanques pequeños como el mío, en los grandes no es necesario hacer nada.

Las flores tienen seis pétalos violeta púrpura y atraen a la fauna autóctona al estanque.

Se reproduce por semilla pero los esquejes con un poco de raíz arraigan tan bien en primavera o verano, que si se dispone de ellos no merece la pena el esfuerzo de sembrarla y en seguida tendremos una planta bien desarrollada. Es perfectamente resistente al frío y no desaparece en invierno. Esta planta podemos encontrarla en la naturaleza, en sitios adecuados pero no es aconsejable recolectar plantas naturales salvo que abunden realmente en su área y sólo recojamos algunos esquejes sin arrancar las plantas.

En cuanto a plagas o enfermedades yo no le conozco ninguna.  

Nymphoides peltata, Falso Nenúfar, Villarsia.

Esta planta acuática flotante parece un Nenúfar pigmeo, sus hojas son prácticamente idénticas a las de los verdaderos nenúfares aunque mucho más pequeñas pero de hecho pertenece a otra familia distinta Gencianáceas, de las que hay muchas especies terrestre en nuestro país,  florece durante todo el verano hasta el otoño con flores de un solo color amarillo vivo con flecos, tienen un tamaño de unos cinco centímetros y suelen durar un día, pero produce varias a la vez y florece cada día.

Al ser de pequeño tamaño, esta planta es adecuada para pequeños estanques pero sin embargo puede extenderse mucho y cubrir toda su superficie en una temporada pero eso no es un problema porque se pueden recortar sus tallos si fuera necesario y en todo caso en invierno todo su follaje se seca y desaparece para volver a rebrotar desde su rizoma a principios de primavera,

Se debe plantar en primavera o principios de verano en cestas para estanque en tierra preferentemente arcillosa, no es muy exigente respecto a la calidad del suelo pero si es conveniente añadir una pastilla fertilizante para plantas acuáticas para que florezca en profusiòn, no olvidar cubrir la superficie con arena de acuarios y alguna piedra para que la cesta se mantenga en el fondo, en realidad la planta viviría sin plantar en sustrato como planta flotante pero florecería menos.  Se puede reproducir fácilmente por esquejes durante toda la temporada de vegetación. Se puede plantar a una profundidad mínima de 10 cm y hasta los 50, quizá un poco más. No necesita prácticamente más cuidados que ir extrayendo las hojas secas y estropeadas para que no ensucien el agua y sobre todo por estética, la única plaga que lo ataca son los pulgones pero tiene fácil solución si hay peces en el estanque y sumergimos las hojas, se los comerán muy a gusto.

Esta planta produce vainas de semillas que se pueden sembrar, pero el método de los esquejes es más sencillo y rápido.

Es una planta de estanque aún poco conocida en nuestro país, a pesar de que es autóctona de alguno de nuestros ríos del centro y sur de la Península, desgraciadamente esta en proceso de regresión , lo cual es una pena porque es bonita y muy útil para la fauna autóctona, nosotros podemos contribuir a reintroducirla en el medio natural con los restos de la poda que hagamos en el estanque, lo que debe evitarse siempre con plantas no nativas pero ésta lo es y no resulta invasora.