Mostrando entradas con la etiqueta Parthenocissus quinquefolia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Parthenocissus quinquefolia. Mostrar todas las entradas

viernes, 14 de octubre de 2011

Hiedra de Virginia, Vid del Canadá, Parthenocissus quinquefolia

PA140026
El otoño nos trae ya sus colores refulgentes en las hojas de muchas especies que antes de caer, se despiden de nosotros con estallido de colores. Entre las primeras en cambiar de color y desde luego de las más espectaculares que podemos tener en una terraza o balcón, está la Parthenocissus quinquefolia cuyo nombre científico significa literalmente: hiedra virgen de cinco hojas. La antigua denominación Ampelopsis quinquefolia ya casi no se utiliza porque las Ampelopsis, aunque similares,  constituyen otra especie que se caracteriza porque no tiene zarcillos autoadhesivos.
Sus nombres comunes, Hiedra o Enredadera de Virginia y Vid del Canadá, hacen referencia al lugar de origen de esta planta trepadora procedente de la costa este de los Estados Unidos y del Canadá y que pertenece a la familia de las Vitáceas, como las vides que producen las uvas. Estas trepadoras producen flores insignificantes de color amarillo verdoso que van seguidas de pequeñas bayas globosas de color negro azulado, débilmente pruinoso, que son como minúsculas uvas, que las aves suelen comerse.
Es una planta leñosa, vigorosa de crecimiento rápido y frondoso, sus brotes son rojizos cuando son jóvenes y emiten zarcillos ramificados, provistos de discos adherentes que le permiten trepar por paredes verticales sin ninguna sujeción. Al contrario de lo que sucede con la Hiedra, estos zarcillos no causan grietas ni las penetran por lo que no suponen ningún peligro para muros o paredes, sin embargo si que dejan la huella de sus discos, pequeños como cabezas de alfiler,  impresos sobre las paredes.
La época de floración es la primavera, pero naturalmente no es por las flores por lo que se cultiva esta enredadera, si no por la belleza de sus hojas caducas, alternas, compuestas por cinco hojitas ovadas y dentadas, verdes y que se vuelven rojas en otoño. Una pared cubierta por la Vid del Canadá, quedará completamente oculta por un mar de hojas verdes, que dan una gran sensación de frescura, como un césped en vertical, pero cuando llega el otoño se convierten en una llamarada de tonos rojizos que serán un foco de atención durante al menos un mes, antes de que caigan definitivamente. El invierno es el periodo en que la Enredadera de Virginia resulta menos estética ya que solo quedan sus tallos finos y ramosos adheridos a las paredes.                                                                      
PA140028



La planta es completamente rústica y no necesita ningún tipo de protección en invierno, crece en  casi cualquier orientación pero si recibe al menos unas horas de sol, sus colores en otoño serán más brillantes, necesita suelo rico y que retenga un cierto grado de humedad pero si encharcarse. Puede resistir cierto grado de sequedad en verano siempre y cuando no sea muy prolongada, al menos habrá que regar abundantemente una vez a la semana en clima atlántico y cada tres días en climas calurosos. Crecen perfectamente bien en una gran maceta, con tierra rica y fertilizada cada quince días en las primeras etapas de plantación y luego cada mes, con un fertilizante equilibrado. La poda se puede hacer en cualquier época del año y se debe hacer con un cuchillo bien afilado, cortando todos los tallos que se salgan del espacio que les tenemos reservado, por ejemplo si invade la ventana o alcanza el tejado. También cuando es joven para provocar la emisión de nuevas ramas que la vuelvan más densa. PA140027
  Por cierto, cuando plantamos un ejemplar joven de esta trepadora, comprobaremos que aunque la hayamos situado adecuadamente junto a un muro o pared, sus tallos lacios tardan en trepar, paciencia no pasa nada, es normal que la planta se tome un tiempo para formar un nudo de crecimiento, una vez lo haya hecho empezará a adherirse por si sola con mucho vigor y sin necesidad de nuestra ayuda. La planta puede trepar también sobre troncos  e incluso puede formar setos, apoyándola sobre redes metálicas o alguna estructura de sostén, incluso se puede usar como cubre suelos en escarpaduras o laderas.
PA140029

Como consecuencia de que el año pasado hice una reforma de la terraza, pintando paredes etc, mi Viña del Canadá, tuvo que ser drásticamente podada y sacada de su emplazamiento habitual  y ha sido situada en un uno nuevo junto al estanque con la finalidad de que vaya formando un fondo verde que cubra la pared blanca del fondo, así que el crecimiento que vemos en las fotografías tomadas esta misma tarde, es el de esta temporada, aún no muy denso pero que ya alcanza varios metros, en la próxima temporada confío en que la pared quede completamente oculta.  En realidad si se la dejase sin control, sería completamente capaz de cubrirlo todo. Plantada en plena tierra y en un suelo rico es capaz de tapar completamente una casa entera de la que sólo quedarían perfiladas sus formas bajo una montaña de verdor.
De Parthenocissus quinquefolia existe una variedad llamada “Engelmannii”con hojas más pequeñas que la especie.  Otras especies similares a P. quinquefolia son Parthenocissus tricuspidata con tres hojitas en lugar de cinco pero de muy similares características, y Parthenocissus henryana una especie aún más bella y esplendorosa  cuyas hojas tienen  los bordes de las hojas color plateado, que recomiendo a quien la pueda encontrar.
Las Parthenocisus no son propensas a enfermedades, pero el oídio y el mildiu pueden atacarlas aunque a la mía nunca le ha sucedido. En cuanto a plagas, cochinilla y pulgón pueden atacarla pero la peor es la araña roja, por lo que es recomendable bañar sus hojas en época seca y calurosa si esa plaga es frecuente en la zona. Si el ejemplar es demasiado grande para eso y la araña roja es un verdadero problema, yo aconsejo el control biológico, muy eficaz correctamente aplicado y que en comparación resulta económico. Se trata de liberar en la zona unos minúsculos ácaros depredadores de la araña roja, completamente inofensivos para las personas y el resto de la fauna.